“Tabú”, la más reciente producción del director Abraham Oceransky, es una hermosa y macabra creación escénica: “Una gota de sangre sobre la nieve”, “un diamante sobre un terciopelo rojo”. La obra, perteneciente al llamado Teatro Gran Guignol, pudiera ser vista también desde el ángulo simbólico.
Como obra onírica, Tabú está dotada de una gran diversidad de símbolos que, aunque reconocemos como parte de la vida cotidiana, no dejan de representar algo vago, desconocido u oscuro para cada uno de nosotros. La obra tiene la peculiar característica de no ocurrir afuera, en el vasto e impecable escenario de la Libertad, sino dentro de nosotros.
De un tiempo atrás al presente, llama la atención la convocatoria al espectador xalapeño y foráneo a ser parte in presentia, in situ, de las obras expuestas en La Libertad. Se les ha llamado renovadoras, reflexivas, trascendentales, universales…
Desde el punto de vista psicológico y de la salud mental social es preciso señalar la importancia que tiene el contacto con este tipo de imágenes y la vivencia sensorial completa más allá de una pantalla. Pues el rol del público, en el Teatro, pasa de ser espectador a un participante de una experiencia compartida con el resto de los asistentes. De manera innegable, la exposición a este tipo de vivencias revitaliza la vida emotiva, corporal y psicológica a través del poder del símbolo.
Es así que el Teatro La Libertad se convierte en una especie de nicho de liberación, en un lugar en el que lo que sucede, detona los “motores”, los “impulsos” que habitan dentro de cada ser, descargas eléctricas, movimiento de los átomos, expansión y contracción de la energía que une la materia con el espíritu, cuyos efectos son como icebergs sobre el mar de la carne. En el presente son “Tabú” y “Existencia” las que gozan de esta cualidad de regeneración humana, sin dejar a un lado otras obras dirigidas por Oceransky como “End game”, “Doble suicidio”, “Poder y pasión”.
Si Tabú es una obra onírica habría que preguntarse ante todo ¿Qué nos dice el sueño? ¿Qué realidad o realidades subyacen bajo los símbolos que despliega la obra: rojo sobre blanco, hombres anónimos bajo gorros piramidales que nos recuerdan la grandeza y fuerza de la filosofía espiritual y religiosa sobre los asuntos mundanos? Como en cada sueño, cada soñante tendrá su propia percepción y análisis de la experiencia de Tabú. Pero no por ello se pasará por alto una de las grandes enseñanzas de la obra, abierta a la reflexión individual: el hecho de que las dos mujeres soñantes guardan en su psique un elemento masculino (animus) represor, violento y dominante… ¿o será eso a simple vista y bajo el símbolo se oculta la poderosa fuerza masculina que reside en cada mujer? De cualquier manera, desentrañar el símbolo eje de Tabú, ante las circunstancias actuales de la relación femenino-masculino más allá de los roles sociales establecidos, será uno de los grandes regalos que ofrece esta creación.
Recuerde, Tabú estará presentándose este fin de semana de mayo en los siguientes horarios: viernes y sábado a las 20:30 horas, domingo a las 19:00 horas.
Dirigida a adolescentes y adultos. El Teatro La Libertad está ubicado en Ignacio de la Llave 105, Plaza Manos Veracruzanas, Xalapa, Veracruz. Si desea reservar vía telefónica llame al 200 30 78 a partir de las 14:00 hrs. o vía mail escribiendo a teatrolalibertad@gmail.com