Sillón
(Del libro Plegaria a un cuerpo de Daniela Flores)
Sentada en un sillón que conseguí hoy,
con la piel recién estrenada
y el sexo de buen humor,
podría describir las galaxias,
alumbrar esta hoja con acción,
hilvanar un buen poema
sin ninguna complicación,
comentar sobre Beethoven o Proudhon;
tu silueta bajo mis manos
hace unas horas
en este mismo rincón,
o tu cadera de hombre
que me hizo confesar
nombre y apellido de un amante atroz.
Descalza y sin alguna ambición
podría hacer versos sin esfuerzo,
rascarme sin comezón,
pero sinceramente
es tan rica
la pereza que sólo puedo reír,
sentada
en mi sillón.